Intromisión en la Unión Ganadera Regional: El controversial veterinario Pedro Méndez
- Rotativo
- 22 abr
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Columna El Observador
Por Billy Montañez
En el panorama agropecuario de Baja California, la elección de la nueva directiva de la Unión Ganadera Regional se ha visto empañada por la polémica.

El protagonista de esta controversia es el médico veterinario zootecnista Pedro Méndez Armenta, un personaje conocido por sus oscuros antecedentes y su influencia negativa en el sector ganadero.
Pedro Méndez, quien en el pasado fue gerente del Comité de Sanidad Pecuaria de Baja California, ha sido señalado por intentar desprestigiar a la actual directiva de la Unión Ganadera. Según fuentes internas, Méndez estaría actuando bajo las instrucciones del secretario Alfredo Álvarez Cárdenas y sus aliados Carlos Lagos y Jorge Hirales. Esta situación ha generado un ambiente de desconfianza y tensión entre los miembros de la comunidad ganadera.
Durante su gestión como director de ganadería en la Secretaría del Campo bajo el mandato del gobernador Jaime Bonilla, Méndez no dejó un legado de logros para el sector. Su enfoque se centró en la comercialización de ovinos y caprinos, un programa que él mismo manejaba y del cual se beneficiaba directamente. Al final de la administración, sus prácticas cuestionables salieron a la luz, obligándolo a retirarse del cargo.
Posteriormente, Méndez intentó continuar su carrera en el Comité de Sanidad Pecuaria de Baja California Sur, pero una vez más, sus acciones lo llevaron a salir por la puerta trasera. Se le acusó de intentar obligar a los médicos a entregar dinero destinado a viáticos, lo que generó conflictos con sus colegas. Esta conducta repetitiva ha dejado una mancha en su reputación dentro del sector.
A pesar de sus antecedentes, la alcaldesa de San Quintín, Miriam Cano Núñez, lo ha incorporado como asesor. Sin embargo, esta decisión podría estar basada en un desconocimiento de su pasado, ya que Méndez ha logrado presentarse como un experto en el tema, a pesar de no contar con las acreditaciones necesarias del SENASICA para realizar pruebas de tuberculosis o elaborar protocolos de movilización para ferias y exposiciones.
Uno de los eventos más controvertidos en los que Méndez ha estado involucrado fue la organización de una exposición ganadera en Rancho Olivares, propiedad de Carlos Lagos. En este evento, se movilizó ganado de diversas zonas, algunas de ellas con estatus sanitario cuestionable. La autorización para esta movilización fue firmada por Luis Roberto Ayala Martínez, exdirector de la DISI, quien también ha sido señalado por prácticas corruptas.
La falta de transparencia en este proceso ha generado dudas sobre si el SENASICA validó y autorizó el protocolo implementado por Méndez. La comunidad ganadera se pregunta sobre el destino final del ganado movilizado y las implicaciones sanitarias de estas acciones.
El secretario general de gobierno, Álvarez Cárdenas, parece estar al tanto de estas irregularidades, lo que sugiere una red de complicidad que podría estar afectando la integridad del sector ganadero en la región.
Además de sus cuestionables prácticas profesionales, Pedro Méndez ha levantado sospechas sobre su patrimonio personal. Su capacidad para construir una casa en el ejido Cuernavaca ha generado preguntas sobre el origen de los fondos, considerando su salario como gerente del Comité de Fomento Pecuario de Baja California.
En resumen, la intromisión de Pedro Méndez sin ser miembro de la organización ganadera, en la elección de la directiva de la Unión Ganadera Regional de Baja California,ha desatado una serie de controversias que ponen en tela de juicio su integridad y la de sus aliados. La comunidad ganadera y las autoridades pertinentes deberán investigar a fondo estas acusaciones para garantizar la transparencia y la confianza en el sector. Mientras tanto, la sombra de la duda sigue presente, afectando la estabilidad de una industria vital para la región.






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