El regreso de las estancias infantiles: Un reconocimiento de que no todo lo pasado es malo
- Rotativo
- 23 dic 2024
- 3 Min. de lectura
Columna REFLEXIONES
Por Reynaldo Magaña
A inicios del sexenio anterior, uno de los temas más polémicos y discutidos fue la desaparición de las estancias infantiles, un programa que, a pesar de sus deficiencias, brindaba una red de apoyo vital para muchas familias de bajos recursos. La decisión del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador de eliminar este esquema se justificó bajo el argumento de la corrupción. Sin embargo, esta medida no solo dejó a muchas madres solas en la crianza de sus hijos, sino que también impactó negativamente en su capacidad de trabajar y mantener a sus familias.

Las estancias infantiles eran más que simples guarderías; representaban una oportunidad para que las mujeres, muchas de ellas jefas de familia, pudieran salir a trabajar y contribuir al sustento del hogar. La eliminación de este programa obligó a muchas de ellas a abandonar sus empleos, lo que, en un país donde la desigualdad de género en el ámbito laboral es evidente, significó un retroceso en la autonomía económica de las mujeres. En lugar de implementar mecanismos de supervisión que garantizasen la transparencia y el buen uso de los recursos, el gobierno optó por una solución drástica que afectó a un segmento vulnerable de la población.
A seis años de esa decisión, la promesa de justicia y rendición de cuentas que se hizo en su momento se ha desvanecido. Hasta la fecha, no se ha presentado una investigación sólida que respalde las acusaciones de corrupción que llevaron a la eliminación de las estancias infantiles. No hay responsables tras las rejas, ni se han esclarecido las irregularidades que se alegaron. Lo que queda es un vacío que ha dejado en la incertidumbre a muchas familias que dependían de este apoyo.
En este contexto, el reciente anuncio de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre el retorno de las estancias infantiles es una gran esperanza. Su decisión de restaurar este programa es un reconocimiento de la importancia que tienen estas instituciones en el bienestar de las familias, especialmente en aquellas que enfrentan mayores desafíos económicos. Es un paso hacia la recuperación de políticas que, aunque criticadas por algunos sectores, han demostrado ser fundamentales para la equidad social.
El regreso de las estancias infantiles no solo es un acto de justicia hacia las familias que fueron afectadas por la eliminación del programa, sino que también representa un cambio en la narrativa política actual. Sheinbaum parece estar dispuesta a recuperar elementos de lo que algunos han denominado "el viejo régimen", pero que en realidad son políticas que han funcionado y que han beneficiado a la población más vulnerable. Este enfoque podría ser visto como un acto de valentía en un entorno político donde la polarización y la crítica son moneda corriente.
La restauración de las estancias infantiles es, sin duda, una medida que favorece a las mujeres, quienes son las principales beneficiarias de este tipo de programas. Al permitir que las madres trabajen y se desarrollen profesionalmente, se les brinda la oportunidad de mejorar su calidad de vida y la de sus hijos. Además, se fomenta un entorno más equitativo en el que las responsabilidades de crianza no recaen únicamente sobre ellas, sino que se comparte la carga familiar.
Sin embargo, es fundamental que esta nueva implementación no repita los errores del pasado. De la mayor importancia que se establezcan mecanismos de supervisión y rendición de cuentas que aseguren que los recursos se utilicen de manera efectiva y que las estancias infantiles cumplan con los estándares necesarios para el cuidado y desarrollo de los niños. La transparencia en la gestión de estos programas es esencial para recuperar la confianza de la población.
El regreso de las estancias infantiles es más que una simple política pública; es un reconocimiento de la importancia de apoyar a las familias en su conjunto. Es una oportunidad para construir un futuro más equitativo, donde las mujeres puedan acceder a sus derechos laborales y donde los niños tengan un espacio seguro y estimulante para crecer.
La decisión de Sheinbaum de restablecer las estancias infantiles es un paso importante hacia la recuperación del bienestar social en México. Es un gesto que, si se implementa correctamente, puede transformar la vida de muchas familias y contribuir a la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. La historia nos ha enseñado que las políticas públicas deben ser evaluadas no solo por sus intenciones, sino sobre todo por sus resultados. Ahora, más que nunca, es el momento de poner el bienestar de las familias en el centro de la agenda política.






Comentarios